Dime que haces y te diré como está tu salud. Una frase sencilla pero que deja mucho en que pensar. La realidad es que los hábitos de alimentación, ejercicio físico y consumo de sustancias repercuten de forma directa en la salud y calidad de vida.
Seguir un estilo de vida saludable aleja multitud de enfermedades, como el cáncer, la diabetes, problemas respiratorios y descontroles hormonales. Además, aumenta la autoestima y la satisfacción en las actividades diarias. Si bien es cierto, que el estilo de vida está determinado por procesos sociales, tradiciones, forma de crianza, hábitos y conductas, realizar pequeños cambios repercutirá de forma positiva en la salud y animará a otros a hacer lo mismo.

Algunos cambios pequeños que hacen la diferencia son:
Reducir el consumo de azúcar en tu alimentación: Evite comer dulces procesados (tortas, chocolate, galletas), después de las 2 de la tarde. Reduzca poco a poco la cantidad de azúcar a sus bebidas.
Realizar alguna actividad física 3 días a la semana: Puede ser cualquier actividad que requiera ejercicio físico, como algún deporte que le guste como el futbol, tenis o baloncesto. También funciona el baile y la bicicleta. Y si, en vez de tomar el transporte, caminamos, esto también contribuirá a la salud.
Protegerse del Sol: Usa bloqueador solar todos los días. Llevar lentes de sol para proteger los ojos.
Se puede empezar con uno o dos cambios. Una vez que se hayan mantenido por 3 semanas, se pasa a otros más. Poco a poco se establecen nuevos hábitos, aunque no es fácil, en unas pocas semanas su salud se lo agradecerá.